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El pasado 28 de noviembre los alumnos de segundo de bachillerato realizaron una visita guiada a Soria para conocer las referencias que inspiraron a los escritores Gustavo Adolfo Bécquer, Antonio Machado y Gerardo Diego.

La primera parada fue la iglesia de San Juan de Duero, que se sitúa en las inmediaciones del Monte de las Ánimas a unos kilómetros de Soria. Este paisaje evocador fue el que inspiró al autor postromántico Gustavo Adolfo Bécquer para crear la famosa leyenda que toma el nombre del tenebroso monte que se divisa desde el maravilloso claustro de la iglesia. En la leyenda los monjes templarios que construyeron el santuario se convierten en apariciones espectrales que durante la Noche de Difuntos toman el monte para recrear una cruenta batalla contra los nobles sorianos.

Tras esta parada nos acercamos al instituto Antonio Machado donde conocimos el aula en la que este importante poeta, que evolucionó desde el Modernismo hasta la reivindicación de las preocupaciones de la Generación del 98, comenzó su andadura como profesor de francés en 1907. Durante esta etapa Machado tomó contacto con la realidad de Castilla y vivió su etapa más boyante en el plano amoroso al conocer a Leonor Izquierdo, la que sería su gran amor. En 1912 la joven falleció debido a una grave enfermedad y el poeta se trasladó a Baeza, desde donde evocó con añoranza la belleza del paisaje soriano como homenaje a la plenitud de su experiencia amorosa.

De su contacto con la capital soriana surgieron los poemas “A un olmo seco”, que todavía sigue resistiendo el paso erosivo del tiempo; la elegía dedicada al ilustre soriano Jose María Palacio en la que recuerda el cementerio del Espino en el que está enterrada Leonor o el poema “Orillas del Duero”, en el que la curva de ballesta del Duero recuerda el pasado de esplendor guerrero del medievo castellano convertido en desidia y decadencia. Tanto el olmo centenario, como el cementerio de El Espino y el paisaje fluvial en torno al Duero fueron paradas en las que reflexionamos sobre la importancia de la experiencia soriana en la poesía de Machado.

Por último, la Casa de los Poetas en el centro de la capital nos permitió disfrutar de un museo temático en el tercer piso del Casino. Esta estancia nos recuerda la relación de Bécquer y sus leyendas con esta ciudad, así como la relación de los poetas Antonio Machado y Gerardo Diego, principal poeta de la Generación del 27, con este lugar de ocio y reuniones sociales que les sirvió de inspiración.